Las autoridades estadounidenses han sido alertadas sobre el tráfico de drogas a través de Phoenix, ya que es un importante centro de distribución para el resto del país. La captura de “El Chepa”, Juan Guadalupe Jacobo Regalado, revela que esta importante ruta de tráfico de drogas era operada por “Los Demonios”, lo que los convertiría en una poderosa rama dentro del Cártel de Sinaloa.
Estas células actúan sobre todo como brazos armados del Cártel de Sinaloa, ofreciendo seguridad contra las amenazas de grupos rivales en territorios específicos, o controlando economías criminales, como el narcotráfico y la extorsión.
Por Carla Di Franco
Ciudad de México, 8 de abril (InSight Crime/SinEmbargo).- La detención, a principios de abril, de Juan Guadalupe Jacobo Regalado, alias “El J3” o “El Chepa”, significa un duro golpe contra el Cártel de Sinaloa en México y revela datos interesantes sobre la estructura interna del poderoso grupo.
Regalado supuestamente traficaba drogas y armas del Cártel de Sinaloa hacia Estados Unidos, y además era jefe de “Los Demonios”, una poderosa célula del cártel que quizá respondía directamente a Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
“El Chepa” fue detenido el 3 de abril en una zona residencial de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, y quizá sea extraditado a Arizona.
Regalado fue detenido por sospechas de ser operador del Cártel de Sinaloa, traficando heroína, cocaína y metanfetamina, así como armas de fuego, entre la ciudad de Nogales en Sonora (México) y Tucson y Phoenix (Arizona), según informó Tribuna.
Las autoridades estadounidenses han sido alertadas sobre el tráfico de drogas a través de Phoenix, ya que es un importante centro de distribución para el resto del país. La captura de “El Chepa” revela que esta importante ruta de tráfico de drogas era operada por “Los Demonios”, lo que los convertiría en una poderosa rama dentro del Cártel de Sinaloa.
ANÁLISIS DE INSIGHT CRIME
En mayo de 2018 fueron arrestados tres miembros de “Los Demonios”, entre ellos el segundo al mando del grupo, pero no fueron incluidos en la lista de las células del Cártel de Sinaloa que publicaron las autoridades por la misma época.
Estas células actúan sobre todo como brazos armados del Cártel de Sinaloa, ofreciendo seguridad contra las amenazas de grupos rivales en territorios específicos, o controlando economías criminales, como el narcotráfico y la extorsión.
Algunas de dichas células también parecían responder directamente a líderes específicos de Sinaloa. Si bien se cree que “Los Demonios” son leales a “El Chapo”, el nuevo líder, Ismael Zambada García, alías “El Mayo”, es cercano a “Los Cabrera”, una banda liderada por una familia de Durango.
Ha sido difícil conocer la formación específica de estas células. Por ejemplo, existe información contradictoria acerca de si uno de estos grupos, el “Cártel del Poniente”, sigue estando afiliado al Cártel de Sinaloa, o si se cambió de bando y se vinculó al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Dado que “El Chapo” salió de escena, “El Mayo” se ha convertido en el nuevo líder del grupo de Sinaloa, con el apoyo de los hijos de Guzmán Loera, conocidos como “Los Chapitos”.
Pero la revelación del alcance de “Los Demonios” en Estados Unidos, a pesar de que se sabía poco acerca de ellos antes de la detención de “El Chepa”, indica que el Cártel de Sinaloa sigue dependiendo de células específicas a cargo de territorios o economías criminales, que responden a un comando central.
Después de la caída de “El Chapo”, el Cártel de Sinaloa ha logrado proyectar una imagen de control unificado bajo el liderazgo de El Mayo, manteniendo una estructura fuerte, mientras que otros grupos criminales se han fragmentado.
Asegurar la continua lealtad de estas células, cada una en su propio fortín, ha sido clave para la permanencia de El Mayo en el poder.